lunes, 6 de julio de 2009

Vestuario para embarazadas

Por E. Prado. - -> Te interesa! visita mi blog, hay interesantes artículos, referentes a este tema.

Durante el embarazo son muchos los cambios que experimenta la mujer; sin embargo, algo que nunca varía son sus deseos de verse bella.
La ropa de embarazo debe cumplir con ambos requisitos, tanto adaptarse a las transformaciones que causa la gestación como estar a tono con las tendencias de moda.

El vestuario de las mujeres encintas ya no es como antes, cuando debían conformarse con piezas un tanto anticuadas, demasiado anchas y que dejaban de lado la coquetería. Hoy, las futuras mamás se mantienen a la vanguardia.

Para una mujer embarazada, vestirse implica tener en cuenta una serie de factores que incidirán en que logre reflejar la imagen que busca. Elegir el vestuario dependerá del estilo de cada mujer, su figura y del tiempo de embarazo.

Muchas futuras madres llegan a su tienda preguntando si es posible que la ropa les dure los nueve meses, por supuesto que “una embarazada de dos meses no puede usar la ropa de una de nueve meses”, y viceversa, una de nueve no puede pretender “entrar” en ropa para los primeros dos o tres meses.

El crecimiento de la barriga no lo permite. Sin embargo, existen piezas adaptables a este crecimiento de la panza. Una de las más populares es el pantalón ‘stretch’, tanto fino como de jeans, “porque la embarazada lo puede usar a los tres meses y es probable que en el noveno mes todavía le sirva porque se va extendiendo según va creciendo la barriga”.

Otras piezas, como vestidos y blusas, se adaptan dependiendo del material de que están hechas, pero ya al séptimo mes es prácticamente imposible que una ropa comprada al principio del embarazo se adapte al cuerpo y luzca bien.

Durante los tres o cuatro primeros meses de embarazo podrá seguir utilizándose el vestuario habitual, en especial aquellos trajes de línea recta sin cinturón; modificando el tamafto durante los primeros meses de gestación. Conviene utilizar unos sujetadores hondos y reforzados por debajo, que sostengan bien el pecho e impidan desgarros de su delicada musculatura, con lo que se conseguirá mantener una silueta juvenil una vez el bebé haya nacido.

Dado que el aumento de tamaño del busto es bastante notorio, algunas veces será necesario cambiar incluso dos veces la talla del sujetador durante el embarazo.

A partir del quinto mes aproximadamente, se usará una faja que sujete convenientemente el vientre.

Existen fundamentalmente dos tipos de faja: el clásico modelo poco extensible que se cierra en un lado mediante cordones y la faja totalmente extensible de tipo tubular, que lleva en su parte delantera y baja una banda reforzada que levanta y sujeta el vientre.

Elegir uno u otro tipo dependerá de las preferencia particulares de cada embarazada, aunque actualmente quizá exista una general inclinación hacia el segundo modelo, indudablemente más cómodo y fácil de poner.

Además, en verano, los cordones pueden insinuarse bajo las finas. telas de los vestidos, hecho. que afea excesivamente. Poco más hay que decir sobre la ropa interior, si no es que quedarán proscritas las gomas que opriman excesivamente los miembros, pues podrían ser causa de dificultades circulatorias; como ejemplo más claro, tenemos las ligas, que además de antiestéticas podrían ocasionar numerosas. molestias.

La elección del calzado es muy importante, pues hay que tener en cuenta varios hechos: uno, que los pies y piernas suelen experimentar con mucha frecuencia una discreta hinchazón que en algunos casos llega a ser muy ostensible; otro hecho a tener en cuenta, es que al desplazarse el centro de gravedad hacia adelante, a pesar de que la columna vertebral se arquee para contrarrestar este balanceo, el equilibrio se hace algo más difícil de mantener por lo que es imprescindible contar con un sólido apoyo de la planta del pie; el tercer factor consiste en el aumento de peso que tendrán que sostener las extremidades inferiores. Puede decirse en principio que tanto los altos «tacones aguja» como los zapatos completamente planos son desaconsejables; los primeros, por no proporcionar una superficie de apoyo lo suficientemente sólida; los segundos, porque pueden provocar un descenso del arco plantar, que a su vez ocasione un aumento de la fatiga.

El zapato con un tacón de 4 ó S cms., ancho de base, es el más idóneo. Afortunadamente par las embarazadas, es el que dictan los cánones de la moda en el momento actual.

En cuanto al vestido, poco hay que decir; solamente que debe ser amplio y permitir que la embarazada. Se mueva con soltura.

Elegir entre las diversas posibilidades que se presentan : falda de maternidad y blusón, pichi y blusas o suéter, trajes tipo túnica, con o sin sobrefalda, trajes abrigo o línea trapecio; dependerá de la estatura, silueta, moda y gusto personal de cada embarazada.

Será conveniente, sin embargo, que estén realizados en tejidos sólidos, y que se deformen poco si se quiere conservar un aspecto agradable y elegante. El color también dependerá de las preferencias personales, aunque podemos decir que si bien los colores Oscuros adelgazan, los claros favorecen y no debe olvidarse que las futuras mamás suelen presentar una tez algo más mate y cetrina, a la que estos últimos prestarán mayor luminosidad.

Ese predominio de colores fuertes como el rojo y el negro está de última porque, aunque protagonizaron la recién finalizada temporada navideña, son tonalidades que suben los ánimos al usarlas “no importa dónde, puede ser en las manos, los pies, una buena blusa o una buena chaqueta”.
El ánimo que proporciona una pieza roja o color vino, por ejemplo, es necesario para las embarazadas, ya que ellas en su estado “generalmente están apagadas, o tristes, porque es una etapa muy emocional, donde la mujer sufre cambios hormonales, pero cuando ve un color vivo se sienten muy bien, y se ven diferentes, por eso lo prefieren”, explica la experta en moda.

Además del rojo, el clásico negro regresa como otro color básico en el vestuario para iniciar este año. Hay mujeres que durante todo su embarazo visten sólo de negro, simplemente porque es el color que prefieren, con el que se sienten más identificadas.

Tampoco los pantalones están prohibidos a las embarazadas siempre que no opriman la cintura, lo que se consigue adoptando un tipo de cierre en pañal igual al de las faldas.

Un conjunto de pantalón y túnica, realizados en el mismo tejido o bien combinando dos tonos, o un pantalón liso y túnica estampada, puede resultar un conjunto muy atractivo para recibir en casa.

Para la mamá jovencitas Cuando una mujer joven, delgada, elegante y a la moda descubre que está embarazada, su mundo se estremece, y no se debe sólo a las responsabilidades que deberá afrontar en nueve meses. Suele preocuparles también la posibilidad de perder junto con su figura, su estilo al vestir.

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